martes, 14 de noviembre de 2017

Erasmus+ 2016 K103 INGLATERRA



En esta carta vengo a expresar mi experiencia Erasmus.
En el primer año de curso, cuando tuvimos noticia, por primera vez, de la posibilidad de solicitar una beca Erasmus, recuerdo la sensación de una vaga ilusión a la que, de repente, me pregunté a mi misma: “¿Te imaginas unos meses en Londres ¿Y de Erasmus? Recuerdo una leve sonrisa en mi cara y a continuación me dije: ¿Por qué no?
Así que ese día llegué a casa y aquella idea de la Erasmus no paraba de rondarme la cabeza, hasta que finalmente me atreví a hacer la pregunta en casa: ¿Qué tal si solicito una beca Erasmus?
Tras oír opiniones de todo tipo decidí solicitarla, informarme a fondo, también del tema económico, sopesé las posibilidades, los pros y los contras y al final decidí ir a por todas.
Siempre tuve claro que quería Londres, puesto que aprender inglés era otro de mis objetivos. Ciertamente busqué en las plataformas de Erasmus pero piden un nivel de inglés medio-alto y mi prueba de nivel estaba en un A2. Así que me puse en contacto con toda la gente que conocía allí y mandaba cartas a empresas por mi cuenta. Afortunadamente encontré una empresa que estaba dispuesta a darme esa oportunidad.
Comienza el papeleo y ahora es momento de aprobar todo para que todo salga bien.
Llegué a Londres en marzo y todo fue bien. La ciudad te sorprende, te haces a ella rápido y es verdad aquello de “no te juntes con españoles”, si quieres aprender inglés.
En la calle no sueles tener problema para comunicarte con alguien, la dificultad quizá esté en el trabajo, puesto que tu supervisor quiere resultados. Pero en mi caso mi empresa me trató genial en todo momento, fueron pacientes y muy flexibles.
Encontré unas clases de inglés muy baratas, cerca de donde vivía para avanzar todo lo rápido posible, veía las noticias en casa y siempre en la calle llevaba la radio o música en inglés.
En el trabajo he aprendido a manejar Excel, Word, y multitud de programas en inglés y la jerga típica de la oficina.
Justo cuando empezaba a desarrollar más a fondo el listening era hora de volver a España.
Mi nivel de inglés, según la plataforma es ahora de un B1 y además tengo la sensación que ha sido muy provechoso a nivel formativo y también muy enriquecedor a nivel personal.

Por destacar algo negativo, es de mencionar los escasos recursos económicos que proporciona la beca y es de vital importancia disponer de un presupuesto bien estructurado y repartido a lo largo de toda la estancia en el extranjero.
Desde luego hay que ver la beca Erasmus como una oportunidad de crecimiento a nivel profesional y personal, una experiencia que te hará ver qué pasa por ahí fuera. Se trata de tomárselo como una inversión hacia uno mismo, dispuesto a salir de la zona de confort, con mucha ilusión y ganas tanto de aprender como de superarse a uno mismo.
Definitivamente vuelvo a Londres, me he quedado con ganas de seguir aprendiendo y la empresa donde hice las prácticas me ha hecho un contrato de trabajo.
Animo, a todos aquellos que se planteen vivir esta experiencia, que lleguen hasta el final!!
Espero y deseo que mi experiencia pueda ser de interés a otras personas.

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